miércoles, 7 de marzo de 2012

Responder Creativamente




¿Responder o no responder?, con permiso de Shakespeare, esa no es la cuestión.

Aunque a veces no seamos conscientes de ello, la no respuesta también es una forma de respuesta, pero ¿puede ser la creatividad la base de nuestras respuestas?



Responder creativamente implica también la posibilidad de responder no creativamente. Entiendo como respuesta “no creativa” la precocinada, la que es siempre la misma, que se repite una y otra vez, ante determinado tipo estímulo externo o interno. Estas respuestas nos hacen tan previsible la conducta de las personas que con frecuencia pensamos que conocemos al otro cuando podemos predecir como responderá.

Son hábitos de respuesta automatizados, por ejemplo,...

“Se que si le digo esto.. se enfadará”
“Es mejor decírselo en un buen tono, sino se lo tomará a mal”
“Cuando algo no le sale bien se cabrea muchísimo”


El primer paso para introducir la creatividad en nuestras respuestas sería pararse a notar la cantidad y la cualidad de respuestas automatizadas de las que cada cuál dispone y expone. Tal vez notemos que algunas de ellas no son las más útiles, las más interesantes, o que incluso nos crean problemas o estancamiento. Ejemplos de estas respuestas no creativas son las justificaciones, quejas, culpas, …. que a menudo demuestran ser claramente molestas e incluso inefectivas para quien las emite y a menudo también para quien las recibe.


Es cierto que el mundo cambia deprisa y que actualmente muchas expectativas y proyectos de futuro han sido truncados. Son tiempos de inestabilidad y velocidad de cambio. Ante esto Lo que está en la mano de cada cuál es precisamente la respuesta que le damos. Posiblemente la mayoría de nuestros hábitos de respuestas los hayamos aprendido y diseñado en tiempos vitales distintos, con necesidades diferentes de las actuales.




Al añadir la cualidad creativa al hecho de responder estoy queriendo proponer la opción de activar en la respuesta la posibilidad de la novedad, de la diferencia, de la adaptación. La cualidad de lo creativo es innata en el ser humano pero a menudo requiere de ser re-interpretada y tal vez activada.

Activar la cualidad creativa pasa, por ejemplo, por hacerse a uno mismo preguntas sencillas del tipo ¿Qué otra cosa podría hacer? ¿Qué otra respuesta sería posible? ¿De qué otras posibilidades dispongo?...

Las respuestas creativas a estas preguntas han permitido los grandes desarrollos de la historia y evolución de la humanidad, generalmente como respuesta al cambio y a problemas que iban surgiendo.

La activación de la respuesta creativa, atendiendo al entorno, produce avances en los procesos y acciones de progreso, al tiempo que favorece la evolución personal, profesional y humana.


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